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Trabajos de conservación preventiva en el museo

Miércoles, 12 de Abril de 2023

El Museo de las Peregrinaciones y de Santiago está llevando a cabo una serie de tareas de conservación preventiva centradas, en estos últimos meses, en la desinsectación por anoxia y en labores de rotación de piezas en la exposición permanente.  

La conservación preventiva tiene como finalidad aumentar la esperanza de vida de los bienes culturales, actuando sobre las causas que acortan esa vida, es decir, anticipándose al deterioro. Su pretensión es detener, o retardar dentro de lo posible, el deterioro natural de la materia que constituye los objetos. Algunas acciones cotidianas vinculadas a la conservación preventiva serían el control de humedad relativa, de la temperatura y de la luz (radiación).

En este caso nos vamos a centrar en dos actuaciones concretas, la desinsectación por anoxia, para evitar lo deterioro de algunas piezas por la acción de insectos; y las rotaciones de piezas especialmente delicadas de la exposición para garantizar su conservación.

DESINSECTACIÓN POR ANOXIA

La anoxia es un tratamiento que consiste en mantener, durante un cierto tiempo, la pieza atacada por xilófagos en una atmósfera modificada con ausencia de oxígeno.

Ante la presencia de un ataque activo de estos insectos en algunas de las piezas del MDPS se decidió la aplicación de este tratamiento para ayudar su conservación. Este procedimiento fue realizado gracias al asesoramiento de la conservadora-restauradora del Museo de Ribadavia, María José Ruíz Vázquez.

Para su realización necesitamos:

  • Material plástico multibarreira, totalmente impermeable al paso de oxígeno, para hacer una burbuja o bolsa en la que colocar la pieza a desinsectar.
  • Absorbente de oxígeno, formado por sales de hierro que capturan el oxígeno del aire. Se empleará  la cantidad necesaria dependiendo del tamaño de la burbuja, cuanto mas grande sea, mayor necesidad de absorbentes.
  • Reguladores de humedad. Durante la reacción química, los absorbentes de oxígeno desprenden humedad que puede dañar los objetos, razón por la que es importante colocar reguladores para su control.
  • Indicador de nivel de oxígeno. Se puede usar un oxímetro o, en su defecto, un indicador visual que cambia de color cuando el porcentaje de oxígeno baja a 0,1%.
  • Indicador de HR y temperatura para comprobar que la pieza no sufre por oscilaciones peligrosas de alguno de estos parámetros.

Una vez colocados todos los elementos en la bolsa y la propia pieza, o piezas, a desinsectar, se procede a su sellado con una pinza térmica. A partir de ese momento es muy importante vigilar los niveles de oxígeno hasta asegurarse de que se consigue la anoxia y de su mantenimiento durante todo el tratamiento.

El tiempo de anoxia calculara según la especie de xilófago presente en la pieza, pero, como término medio, un mes será suficiente para eliminar tanto las larvas como los insectos adultos.

figura 5
Preparando bolsa para anoxia en los almacenes del Museo de Ribadavia.
figura 6
Cerrando la bolsa de anoxia con pinza térmica en MDPS
figura 7
Indicador de oxígeno y de HR y temperatura

ROTACIONES DE PIEZAS:

Las piezas de la colección que están en la exposición pueden deteriorarse rápidamente. Para evitar esto, se controlan habitualmente la intensidad de la iluminación, los niveles de humedad relativa y la temperatura. Con todo, y a pesar de estos controles exhaustivos, hay piezas que por su técnica o su material son especialmente delicadas siendo necesario retirarlas temporalmente.

Esta es la razón de la puesta en marcha en el MDPS  de una programación de rotación de piezas expuestas. De este modo se procede al retirado, de forma planificada y cada cierto tiempo, de las obras más frágiles, sustituyéndolas por otras que están en reserva y que encajan bien en el discurso expositivo. A veces, se pueden usar reproducciones.

¿Qué tipo de piezas son más vulnerables? Sobre todo libros, dibujos, grabados y textiles. En algunos casos como el textil, la rotación es necesaria por la delicadeza del material, como puede ser el  caso de la seda. Otro buen ejemplo de la fragilidad de estas obras son las acuarelas, ya que la técnica empleada en su aplicación deja los pigmentos desprotegidos y causa que los colores pierdan intensidad.

Para llevar a cabo estos trabajos es necesaria la colaboración de diversos departamentos del museo. Las tareas a desenvolver son de diversa índole, desde el movimiento de elementos pesados y la limpieza de los dispositivos de las vitrinas a la elaboración de nuevas cartelas con la información interpretativa.

Las tareas de conservación no se quedan solo en la rotación de piezas, ya que al tiempo que las hacemos, revisamos el estado de las vitrinas, de los soporte y de los controles de humedad especiales, como el gel de sílice, cambiándolo si es necesario.

En las últimas semanas puede que observéis algunos cambios en la sede expositiva del MDPS ya que nos encontramos en pleno trabajo de rotación, retirando de las salas las piezas mas vulnerables y colocando otras en su lugar, como estaba previsto y planificado.

Las piezas que se rotaron hasta el momento incluyen grabados, textiles, libros, dibujos y un cliché de imprenta.

figura 1
Proceso de apertura de la vitrina para cambiar las piezas
figura 2
Vaciado y limpieza del interior de la vitrina
figura 3
Montaje de las nuevas piezas. En este caso, se dejó una reproducción de la obra retirada, y se colocó además un libro original, acorde con el discurso expositivo