El Camino de Santiago está abierto a visiones y a nuevas interpretaciones. Chencho Pardo acerca las suyas a través de sus aparatos: el lápiz y el color. La realidad que el autor trae en sus 42 dibujos se materializa de formas diversas pero con la característica común de la meticulosidad. El realismo es el justo y necesario, pero quien observa sabe que ve la practica totalidad de una villa o ciudad gallega porque capta los integrantes esenciales que forman su paisaje, como un edificio o un monte. Además, de esta manera logra imbuir en el trazo la historia del lugar, las diversas generaciones que fueron conformando la localidad para darles voz. En definitiva, una manera de destapar una riqueza autóctona.
Esta minuciosidad se entiende al conocer el estilo del autor. Del arte románica y renacentista toma detalles que remiten a linajes y tiempos antiguos, pero su carácter evolucionó con los viajes por Europa. Del centro de Europa adopta las líneas con un doble perfil tan características de sus dibujos. Les acerca así profundidad a unos dibujos que carecen de puntos de fuga. El resultado son unos paisajes festivos que atraen la mirada a lo pequeño.
Los textos que acompañan cada uno de los dibujos también desprenden esa reinterpretación de la realidad gallega. La fuente recuerda a las utilizadas en el medievo gallego, mas también el contenido remite a las impresiones de un viajero renacentista que plasma sus impresiones en un castellano antiguo.
Chencho Pardo Valdés (Outeiro de Rei, Lugo, 1948) lleva dejando su sello inconfundible en una extensa obra: Paradores de Turismo S.A. le encargó doscientos dibujos de plazas y perfiles urbanos de localidades españolas, publicó varios libros de dibujos de ciudades e ilustró varios libros culturales. Ha colaborado en la Gran Enciclopedia Gallega Silverio Cañada y también en La Voz de Galicia. El Ayuntamiento de Lugo le encargó la elaboración de dos dibujos de la ciudad amurallada a modo de obsequio institucional.