HORARIOS
UBICACIÓNDe Martes a Viernes
09.30 - 20.30 h
Sábados
11 - 19.30 h
Domingos y Festivos
10.15 - 14.45 h
Cerrado
Todos los lunes del año
1 y 6 de enero
1 de mayo
24, 25 y 31 de diciembre
Praza das Praterías, 2.
15704 Santiago de Compostela
¿Qué ha movido al peregrino y que recogerá en el camino? ¿En qué medida lo ha cambiado el Camino de Santiago?
Las experiencias que testimonia esta exposición lo son, en realidad, del redescubrimiento de un hogar del alma y del corazón, de un ubi consistam que no coincide con un lugar sino con la propia paz, como bien sabía Novalis.
La obra del fotógrafo Javier Iglesias Ramos pretende “medir” con la cámara este recorrido y este descubrimiento. La idea que guio este trabajo fue encontrar la huella de su experiencia de vida en los rostros de los peregrinos. De ahí el proyecto de fotografiarlos al inicio del Camino, en Roncesvalles, y luego al final, en Santiago, para registrar, no tanto sus cambios físicos, sino cualquier cambio en su expresión, casi se podría decir en su alma: y el alma ciertamente se trasluce en las fotografías.
Para obtener un registro tan fino de los estados de ánimo de las personas retratadas, Javier Iglesias Ramos optó por eliminar el contexto del propio retrato. Todos sus retratos tienen el mismo fondo negro y una luz similar, por lo que todos los rostros fotografiados aparecen en iguales condiciones, casi muestras de probeta. Frente a famosa tríada de cosas necesarias para el traductor literario, la testa, il tisto e il contesto, en la traducción fotográfica de esta experiencia vital que es el Camino, Javier optó por una severa comparación entre dos: su cabeza y el texto formado por el rostro del peregrino, negándose a ser ayudado por cualquier contexto.
Del resultado juzgarán los visitantes.
Wo gehen wir hin?
Immer nach Hause.
¿A dónde vamos?
Siempre a casa.
Novalis (1772-1801)
 |
Marc Gaspard Francia (Guadalupe)
Hace 25 años, en 1998, no tenía ningún objetivo ni perspectiva en mi vida. Sin embargo, como suele ocurrir en mi vida, una persona vino a mi encuentro y me ayudó a purificar mi cuerpo y mi mente. Un día, esa persona me preguntó qué quería hacer realmente en la vida. Respondí que quería salvar a las personas, pero que necesitaba a alguien que me guiara. Fue en ese momento cuando me dijo: “Deberías hacer el Camino de Santiago...”. En 2022, cumplí 50 años y sentí que estaba reviviendo exactamente la misma situación que hace 25 años, pero mi amigo ya no estaba allí para reconfortarme. Y aún no estaba salvando a nadie. Ya no había forma de retroceder. Así que emprendí el Camino de Santiago. |
 |
Magda de Jongh Países Bajos Lo que principalmente veo en la primera foto es: tristeza, cansancio, preocupación. Lo que veo principalmente en la segunda foto es: ¡energía, alegría y satisfacción! |
 |
Juan Otegi España (San Sebastián) |
 |
Tommy Ruud Noruega Mi Camino fue una experiencia intensa. Física, mental y espiritualmente. El primer día, cruzando los Pirineos a principios de marzo, fue difícil, incluso para un noruego. Después de eso, sentí que cada día mejoraba más y más. Cosas extrañas y asombrosas sucedieron. Conocí a personas interesantes y pasé por hermosos y encantadores lugares y pueblos. Cuando llegó a su fin, no podía creerlo. Solo quería seguir adelante. Me emocioné mucho y lloré cuando entré en Santiago de Compostela. |
La amistad
El Camino de Santiago es también un viaje de nuevas amistades que se van formando en el recorrido. Después de todo, la amistad en sí misma es siempre un caminar, un caminar juntos, como bien sabe cualquiera que tenga amigos de toda la vida. Y si pierdes un amigo, es menudo se debe a los pasos diferentes que cada uno ha tomado en el camino de la vida. A Adriana
 |
|
Sharyn Wooten y Guy Atkins Estados Unidos (Seattle) |
 |
Anna-Marÿe de Boer Países Bajos
Esperaba en mi vida algunas cosas diferentes: una casa, un trabajo y algún tipo de propósito. Permanecí inmóvil y necesitaba moverme, pero no sabía cómo. Decidí moverme, literalmente. Empezar a caminar. Después de un tiempo, aprendí los diferentes tipos de dolor. El dolor cuando puedes seguir adelante y el dolor cuando necesitas parar. Mi primera parada fue en Pamplona. Necesitaba tomarme un día libre para descansar mis rodillas, lo cual fue difícil porque tenía que dejar al grupo que conocí en Roncesvalles. Los alcancé una semana después; parecía que no los había visto en meses. La Meseta me atrapó. Estoy acostumbrado al paisaje llano, pero después de varios días sin cambios en el paisaje, mi cuerpo dejó de caminar. Era mental; mi motivación se había ido y no sabía por qué estaba haciendo esto. Decidí dejar de caminar por un día. Cuando volví a empezar y el paisaje comenzó a cambiar, una nueva energía me envolvió y pude volver a caminar. Durante mi Camino, encontré un hogar (me pude mudar de inmediato, literalmente) y un trabajo. Solo tenía que recordarme a mí mismo que debía empezar a moverme de nuevo. Esta experiencia me ha dado mucho, especialmente las personas que conocí en el camino. Me recuerdo a menudo de que todos somos como niños entusiasmados. |
 |
Lola Pérez Catala España (Valencia) |
 |
Marine Lesourd Francia |
 |
Cecile Hastrais Suiza Cuando empecé el Camino Francés, no creía que sería capaz, física o mentalmente, de llegar hasta Santiago. Lo logré. Y fue una experiencia que cambió mi vida. Hay un antes y un después. 31 días para desconectar, salir de la zona de confort y descubrir algo diferente. La misión diaria es caminar y escuchar tus emociones y tu cuerpo. Olvidarse de consideraciones materiales, tomarlo con calma, un paso a la vez, conocer a personas inspiradoras o simplemente estar solo para reencontrarte contigo mismo. Valió la pena aventurarse hacia lo desconocido y ver cómo uno puede adaptarse a nuevas situaciones una y otra vez. Tomarse el tiempo para vivir esta experiencia fue sin duda lo mejor que he hecho en los últimos años.
|
 |
Bernard Piron Bélgica |
 |
Dieter Daenens Bélgica Guiado por la casualidad, me encontré a mí mismo, en medio de personas encantadoras.
|
 |
Vicente Jiménez España (Valencia) El Camino es una maravillosa amalgama de vivencias mayúsculas y un viaje interior difícilmente explicable con palabras; es una experiencia y un aprendizaje de vida y de por vida que te conduce irremediablemente a querer volver. |
 |
Tancrede Soyer Francia (París) Todos los días, caminamos. Lentamente, pero seguros. El camino es un rito iniciático. Cada día es una lección. Y cuando regresamos a casa, solo sabemos una cosa: tenemos que seguir adelante. Una y otra vez.
|
 |
Jeff Deans Australia |
 |
José Calixto Bautista Prieto España (Barcelona) |
 |
José Manuel Ramalho Fernades Portugal La fotografía no lo revela en su plenitud ni lo podría revelar. El torbellino de sentimientos interiores. En la partida, tanta ropa y “peso”, expectativas, recelos, dudas, aprehensión, ¡mas muchas ganas de seguir adelante! En la llegada, con menos ropa y más “leve”, agradecido y lleno de tanto que el camino nos da y abre para nuevas etapas. ¡Que Dios permita continuar este mi camino de frente y para arriba! |
La vida
La vida es un viaje hecho de múltiples caminos.
El primer gran camino de la gestación en el útero materno y la salida al mundo; el camino hacia la infancia, los amigos y los juegos; el camino hacia el colegio, al primer amor y a los que llegarán, y también al desamor; el camino al trabajo, a la enfermedad y de vuelta de ella tantas veces, a la vejez y a la muerte que para muchos no es más que el tránsito la otro camino.
 |
 |
|
Marta Venier Italia (Bérgamo) |
Jose “El Peregrino” España (Málaga) |
 |
Anita Luis Argentina
|
|||
 |
Tracy Austin Australia
|
|||
 |
Lucia Grugnetti Italia (Pavía)
|
|||
 |
Giovanni Grugnetti y Lucia Grugnetti Italia (Pavía) Cuando después de 31 días me quité la mochila, sentí el peso del final del Camino. Lo esencial estaba sobre mis hombros y, sin ninguna pretensión, viví la experiencia más profunda, llena de nuevas amistades y sentimientos amplificados, difíciles de colmar. Para estar bien hoy, necesito esa mochila, lo esencial.
|
Javier Iglesias Ramos (1965, A Baña, A Coruña), se graduó en Fotografía Artística en la Escuela de Arte Mestro Mateo de Santiago de Compostela en el año 1998.
Uno de sus proyectos más destacados fue Sáhara en el Corazón, un reportaje sobre la vida en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf, Argelia; en el año 1998, se publicó su libro-catálogo. En 1999, fue finalista del III Premio de Creación Fotográfica “Luis Ksado” de la Diputación de A Coruña, con un trabajo sobre la problemática de la drogadicción; sus fotografías seleccionadas fueron parte de una exposición itinerante. La violencia de género también despertó su interés con un proyecto exhibido en la Galería de Arte Sargadelos en Santiago de Compostela en el año 2005 y que fue acompañado del libro de fotografía A Vida (La Vida), con poesía de Lupe Gómez.
En julio de 2014, llevó a cabo dos exposiciones en Irlanda, durante el Galway Fringe Festival y el Kilkenny Arts Festival, con su proyecto Scéalta Bruscar Sráide – Litter Bin Stories, una recopilación de fotografías tomadas en los años 2005 y 2006 en la ciudad de Dublín durante los años dorados del “tigre celta”. En 2021, publicó el libro de fotografía PATIENTIA, una obra que presenta una visión poética del carácter irlandés a través de la metáfora de la turba y su cultura en el oeste de Irlanda.
Fue galardonado y seleccionado en distintas ocasiones, como en la memoria de los premios de fotografía “Luis Valtueña” en Madrid en 1999, y en su participación en la XIX Fotobienal de Vigo en el 2000.
